miércoles, 1 de abril de 2015

Cosas que suceden en la capital. Desintegrando a INTEGRADORES DE MADRID

Unos 1.500 niños con TEA de la Comunidad de Madrid tendrán este curso escolar una desagradable sorpresa. Más del 80% de los integradores sociales que trabajan en las 104 aulas TGD/TEA que hay en toda la comunidad no verán sus contratos renovados, en su lugar, se contratará a personal nuevo a través de las demandas de empleo generadas en el Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe). Hasta la fecha, el personal contratado se seleccionaba mediante un concurso de méritos en el que puntuaba la formación y la experiencia. A partir de ahora la experiencia no cuenta.

Según denuncian los sindicatos y los propios afectados por esta medida, el motivo no es otro que una cuestión de mantener la precariedad laboral. Con la nueva reforma laboral no puedes trabajar más de 24 meses en la misma empresa durante 30 meses seguidos, ya que esto cambiaría tu modelo de contratación pasando a ser considerado como un empleado fijo-discontinuo, y por tanto mejorando las condiciones del trabajador. Esta situación hace que quienes más experiencia laboral tienen trabajando con niños con autismo, hayan quedado prácticamente fuera de toda posibilidad de trabajar. Ya que precisamente la experiencia la habían adquirido en su puesto de trabajo, donde pudieron poner en práctica una formación específica para trabajar con niños con un Trastorno del Espectro del Autismo.

Por otra parte y desde la Comunidad de Madrid se dice que hay que dar oportunidades de empleo a quienes no han trabajado, ya que sino ¿de qué otra forma van a adquirir esa experiencia? Quizá una forma de adquirir esa experiencia sea aumentando el cupo de trabajadores, de forma que aquellos que ya tienen experiencia suficiente puedan servir de formadores de sus compañeros, de tal forma que el número de trabajadores especializados con formación y experiencia fuese mucho mayor. Pero quizá los responsables de la Comunidad Madrileña entendieron que esto se salía del presupuesto para educación. Es posible que esta decisión la tomasen mientras se tomaban un “relaxing cup of café con leche in the Plaza Mayor”, al tiempo que echaban cuentas de los 8.851 millones de euros dilapidados en la candidatura de Madrid a los Juegos del hambre, perdón, Olímpicos.

Al final, esta medida obedece a un claro sentido de ampliar sine die a un grupo de trabajadores bajo un modelo de precariedad laboral y con una restricción obvia de derechos laborales. No hay una decisión técnica, o que responda a unos intereses educativos, o de bienestar, o incluso de mejora, sencillamente es una forma de implantar un modelo ideológico de gestión. ¡Menos mal que esto no es Esparta!

Pancarta mostrada en la concentración del día 6 frente a la Consejería de Educación
Las reacciones han sido muchas, la repercusión en medios de comunicación también. Desde la Federación Autismo Madrid dicen:  “Consideramos estas consecuencias como muy perjudiciales para las personas de nuestro colectivo, un claro retroceso en las mejoras educativas alcanzadas hasta ahora y una pérdida de calidad en la educación de estos alumnos, por lo que ofrecemos nuestro apoyo a estos trabajadores, alumnos y familias habiendo ya iniciado varias acciones de cara a frenar esta situación lo antes posible, teniendo además en cuenta la fecha en la que estamos y el inicio del curso escolar. Así mismo, hemos mantenido conversaciones con la Dirección General de Educación Infantil y Primaria de la Consejería de Educación, Juventud y Deporte de la que estamos esperando una respuesta [sic].”

María Teresa Martínez, madre de un niño con autismo, inició una campaña a través de internet para reclamar a la Comunidad de Madrid que cambie a los técnicos de integración social con experiencia trabajando con niños con TEA por otros nuevos sin ninguna experiencia. De hecho entregó más de 47.000 firmas en contra de esta medida el pasado día 6 ante la Consejería de Educación madrileña.

AETAPI (Asociación Española de profesionales de autismo) ha enviado también un comunicado alertando de lo peligrosa que es esta acción, y si de algo no se puede acusar a AETAPI es de ningún color político, son profesionales que saben de qué hablan, aunque solo los necios no quieren escucharles.

Los Integradores Sociales tampoco se han quedado callados, como es obvio, y no por una cuestión de celo excesivo por su puesto de trabajo, sino por una cuestión de pura coherencia. En el manifiesto que han publicado (pueden consultar el texto íntegro pulsando AQUÍ ) explican de forma clara y concisa lo peligroso de esta decisión, se formulan una pregunta que de obvia casi asusta ¿Alguien ha pensado en las consecuencias que estos puede traer a los chic@s? Pues parece ser que no, nadie ha pensado en las consecuencias a las personas, solo a un estado de cuentas que hay que sanear, caiga quien caiga por el camino.

Ojalá que el buen hacer de la Federación Autismo Madrid ante la Dirección General tenga efecto, y por una vez recapaciten y se lleven a cabo medidas lógicas basadas en criterios destinados al bienestar ciudadano y no a cumplir requerimientos económicos que les permitan salvar los muebles frente a Dios sabe quien.

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