sábado, 28 de febrero de 2015

VIOLENCIA DE GÉNERO

“Rubén Castro, alé, Rubén Castro alé, no fue tu culpa, era una puta, lo hiciste bien", jalea parte de la afición del Betis al futbolista acusado de cuatro delitos de malos tratos.

Fotografía que Laura, la ex pareja de Rubén Castro, presentó en su denuncia.

Esta es la foto que Laura, la ex pareja de Rubén Castro, presentó en su denuncia, el 28 de mayo de 2014. Laura contó a la Policía que el futbolista le había propinadovarios puñetazos y bofetadas la noche anterior en un bar. Él lo negó todo, y quedó en libertad con cargos. Pero meses después, en diciembre, la jueza consideró acreditadas cuatro agresiones y una amenaza. La Fiscalía pide para el deportista una pena de dos años de prisión, al considerar que habría agredido físicamente en cuatro ocasiones a su novia, y que además le habría mandado un mensaje amenazante al teléfono móvil.
Algunos de los seguidores del Betis no han encontrado mejor manera de apoyarle que llamar puta a la mujer y decir que hizo bien, que ella se lo merecía. 
¿Y la Liga de Futbol? ¿Y el Gobierno? ¿Y la Fiscalía? ¿Se puede incitar de esta manera a la violencia contra las mujeres sin que pase nada?


viernes, 20 de febrero de 2015

Día Mundial de la Justicia Social

La justicia social es un principio fundamental para la convivencia pacífica y próspera, dentro y entre las naciones. Defendemos los principios de justicia social cuando promovemos la igualdad de género o los derechos de los pueblos indígenas y de los migrantes. Promovemos la justicia social cuando eliminamos las barreras que enfrentan las personas por motivos de género, edad, raza, etnia, religión, cultura o discapacidad.
                                                  
Para las Naciones Unidas, la búsqueda de la justicia social para todos es el núcleo de nuestra misión global para promover el desarrollo y la dignidad humana. La adopción por la Organización Internacional del Trabajo de laDeclaración de la Organización Internacional del Trabajo sobre la justicia social para una globalización equitativa es sólo un ejemplo reciente del compromiso del sistema de las Naciones Unidas para la justicia social. La Declaración se centra en garantizar resultados equitativos para todos a través del empleo, la protección social, el diálogo social, y los principios y derechos fundamentales en el trabajo.
La Asamblea General proclamó el 20 de febrero Día Mundial de la Justicia Social en 2007 , al invitar a los Estados Miembros a dedicar este día especial a promover, a nivel nacional, actividades concretas que se ajusten a los objetivos y las metas de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social y el vigésimo cuarto período extraordinario de sesiones de la Asamblea General.
La celebración del Día Mundial de la Justicia Social debe apoyar la labor de la comunidad internacional encaminada a erradicar la pobreza y promover el empleo pleno y el trabajo decente, la igualdad entre los sexos y el acceso al bienestar social y la justicia social para todos.

La explotación de personas y el trabajo forzoso

El trabajo forzoso se presenta en diferentes formas, como la servidumbre por deudas, la trata y otras formas modernas de esclavitud. Las víctimas son los más vulnerables como las mujeres y las niñas obligadas a ejercer la prostitución, los migrantes atrapados en la servidumbre por deudas y la explotación de los trabajadores agrícolas que mantienen en forma ilegal y les pagan poco o nada.
En junio de 2014, los gobiernos, las organizaciones de empleadores y trabajadores en la Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT decidieron dar un nuevo impulso a la lucha mundial contra el trabajo forzoso, incluida la trata de personas y las prácticas análogas a la esclavitud.
Ellos votaron abrumadoramente a favor de adoptar un protocolo y una recomendación que complementara el Convenio sobre el trabajo forzoso, 1930 (Nº 29), y los instrumentos internacionales existentes, proporcionando orientaciones específicas sobre las medidas efectivas que deben adoptarse para eliminar todas las formas de trabajo forzoso.

miércoles, 18 de febrero de 2015

Economía del BIEN COMÚN

En relación con la entrada anterior os dejo esta información a la que hice referencia. 


La economía del bien común, es un proyecto económico abierto a las empresas y promovido por el economista austríaco Christian Felber que pretende implantar y desarrollar una verdadera economía sostenible y alternativa a los mercados financieros en la que necesariamente tienen que participar las empresas.

Buscando información adicional si que se está implantando en varias empresas españolas. 
La verdad, que es algo que a grandes rasgos PARECE utópico, y lo es por el tipo de educación que recibimos. Estamos educados por y para el sistema capitalista. Como la pescadilla que se muerde la cola. Quizá sin darnos cuenta de que es algo que encima ni nos beneficia, ni nos aporta... bueno sí, como decía el anterior artículo aporta enfermedades mentales, aporta estrés, aporta envidias, aporta un querer y no poder ser. 

Y que la economía es historia. Es como aquellas monarquías autoritarias que se implantaron en toda Europa, pero que llegado a un punto se acabaron  y se cambio a otro modelo de Estado más acorde con los tiempos, más evolucionado. 

Y sí tenemos libertad, pero tanta libertad ya ha llegado un punto en que más que libertad es libertinaje, es una no ética económica, es un LUNES NEGRO continuo, en donde las personas perjudicadas por las políticas económicas que llevan los gobiernos no dan solución a su problemática. Que esa problemática que tienen les llevan a otra...

Y que hemos evolucionado hacia un tipo de sociedad que nos perjudica es un hecho. Y lo peor es no poder pararlo, quizá fruto de la globalización. 
Quizá habría que decir: ey! hasta aquí, parémonos y miremos el recorrido del camino y cambiar esos fallos. Por una sociedad lo más justa posible. 

Para el modelo de economía del bien común, ésta debe servir a los intereses generales (Constitución de Baviera).
Aquí dejo los 20 puntos que resumen todo el modelo.

1. La economía del bien común se basa en los mismos valores que hacen florecer nuestras relaciones: confianza, cooperación, aprecio, democracia, solidaridad. Según recientes investigaciones científicas conseguir buenas relaciones es la mayor fuente de motivación y felicidad de los seres humanos.
2. El marco legal económico experimenta un giro radical, cambiando las reglas del juego de afán de lucro y competencia por cooperación y contribución al bien común: Empresas que practican la cooperación serán recompensados. En cambio, el comportamiento competitivo conlleva desventajas.
3. El éxito económico no es medido por indicadores monetarios como el beneficio financiero o el PIB, sino con el balance del bien común (a nivel de empresas) y el producto del bien común (a nivel de sistema). El balance del bien común se convierte en el balance principal de todas las empresas. Cuanto más social, ecológica, democrática y solidaria sea la actividad, mejores serán los resultados del balance del bien común alcanzados. Mejorando los resultados del balance del bien común de las empresas en una economía nacional, mejorará el producto del bien común.
4. Las empresas con buenos balances del bien común disfrutarán de ventajas legales: tasas de impuestos reducidas, aranceles ventajosos, créditos baratos, privilegios en compra pública y a la hora de reparto de programas de investigación, etc. La entrada en el mercado se verá, por tanto, más favorecida para actores éticos y sus productos y servicios, que los de los no-éticos, indecentes y no ecológicos.
5. El balance financiero será el balance secundario. El beneficio financiero pasa de ser fin a ser medio. Éste sirve sólo para aumentar el ‘nuevo’ fin empresarial: Aportación al bien común. Los excedentes del balance financiero deberán utilizarse para: inversiones con plusvalía social y ecológica, devolución de créditos, depósitos en reservas limitadas, bonificación a los empleados de forma restringida, así como créditos sin intereses a empresas cooperadoras. No se utilizarán los excedentes para bonificar a personas que no trabajan en la empresa, adquisición hostil de otras empresas, inversión en mercados financieros (éstos dejarán de existir), o aportaciones a partidos políticos. En contrapartida, el impuesto sobre el beneficio empresarial será eliminado.
6. Como el beneficio financiero es ahora un medio, y deja de ser un fin, las empresas pueden esforzarse hacia su tamaño óptimo. No tienen que temer ser adquiridas, o sentirse obligadas a crecer para ser más grandes, más fuertes o con mayores beneficios. Todas las empresas están liberadas de la coerción de crecer y tragar.
7. Exisitiendo la posibilidad de aspirar sin miedo al tamaño óptimo, habrá muchas empresas pequeñas en todas las ramas. Como no tienen que crecer más, les será más fácil cooperar y practicar la solidaridad. Se pueden ayudar mutuamente con conocimientos, tecnología, encargos, personal o créditos sin interés. Serán recompensadas con resultados del balance del bien común positivos. Las empresas van formando una red de aprendizaje solidaria, la economía se transforma en un sistema win-win.
8. Las diferencias de ingresos y patrimonios serán limitadas: Ingresos máximos de por ejemplo 20 veces el salario mínimo. Propiedades que no excederán p. ej. los 10 millones de euros, el derecho de cesión y herencia, 500.000 euros por persona, en empresas familiares a 10 millones de euros por hijo. El excedente sobre estos límites serán repartidos a través de un “fondo de generaciones” como “Dote democrático” a las siguientes generaciones: igualdad de capital inicial significa mayor igualdad de oportunidades. (Los márgenes exactos deberán ser definidos democráticamente en una asamblea económica.)
9. En grandes empresas a partir de un elevado numero de empleados (por ejemplo, más de 250) los derechos de decisión y propiedad pasan parcial y progresivamente a los empleados y ciudadanos. La población podrá ser representada directamente a través de “parlamentos económicos regionales”. El gobierno no posee derecho decisorio o de intervención en empresas publicas.
10. Esto es igualmente válido para los bienes democráticos, la tercera categoría de propiedad, junto a una mayoría de pequeños y medianos empresarios y grandes empresas de propiedad mixta. Por bienes democráticos entendemos instituciones económicas públicas en campos de enseñanza, salud, acción social, movilidad, energía, o comunicación: la infraestructura básica.
11. Un bien democrático importante es el banco democrático. Éste sirve, como todas las empresas, al bien común y, como todos ellos, controlado por la ciudadanía soberana y no por el gobierno. Sus servicios consisten en depósitos de ahorro garantizados, cuentas corrientes gratuitas, créditos de interés reducido y créditos de riesgo com plusvalía social y ecológica. El Estado se financia primordialmente a través de créditos sin interés del Banco Central. El Banco Central obtiene el derecho exclusivo de la creación de dinero y efectúa las transacciones de capitales internacionales para impedir evasión fiscal. Los mercados financieros en la forma actual ya no existen.
12. Siguiendo la propuesta de John Maynard Keynes del 1944, se establece una cooperación monetaria global a base de una unidad de calculación (p. ej. “globo”, “terra”) para el comercio international. A nivel local, monedas regionales pueden complementar la moneda nacional. Para protegerse de la competencia injusta, la UE inicia una zona de comercio justo (Zona del Bien Común) con estándardes harmonizados o con tarifas aduaneras correlacionadas con el resultado del BBC de la empresa productora. A largo plazo, la meta es una Zona del Bien Común en la ONU.
13. A la naturaleza se le concede un valor propio por lo cual no puede transformarse en propiedad privada. Quien necesite un pedazo de tierra para vivir, agricultura o comercio, se le cede una superficie limitada de forma gratuita o pagando una tasa de utilización. El uso de la tierra está condicionado a criterios ecológicos y al uso concreto. Esto será el final de la especulación inmobiliaria, el “landgrabbing” (apropriación de grandes superficies por multinacionales u otros países) y el latifundismo. En contrapartida, se anula el impuesto sobre el terreno.
14. El crecimiento económico deja de ser un fin. Un nuevo objetivo será la reducción de la huella ecológica de personas privadas, empresas y naciones, hacia un nivel globalmente sostenible y justo. El imperativo categórico de Kant será extendido a la dimensión ecológica. Nuestra libertad de elegir un estilo de vida determinado encuentra su fin cuando limita la libertad de otros de elegir el mismo estilo de vida o por lo menos llevar und vida en dignidad. Personas privadas y empresas serán incentivadas para medir su huella ecológica y reducirla a un nivel globalmente sostenible y justo.
15. El horario de trabajo retribuido se verá reducido escalonadamente hacia la marca, deseada por mayoría de 30 a 33 horas semanales. De este modo queda tiempo libre para otros tres campos de trabajo de gran importancia: trabajo de relaciones y cuidados (niños, enfermos, ancianos), trabajo de crecimiento personal (desarrollo de la personalidad, arte, jardín, ocio), trabajo en la política y actividades públicas. Como consecuencia de este reparto más equlibrado entre las distintas actividades, el estilo de vida se hará más suficiente, menos consumidor, y más sostenible.
16. Cada décimo año en la profesión es un “año sabático” que será financiado a través de un salario mínimo incondicional. Las personas pueden hacer en este tiempo lo que quieran. Esta medida descarga el mercado de trabajo en un diez por ciento de la tasa de desempleo en la Unión Europea.
17. La democracia representativa será completada por la democracia directa y la democracia participativa. La ciudadanía soberana debería poder controlar y corregir su representación, decretar leyes por si misma, modificar la constitución y poder controlar las infraestructuras de abastecimiento: ferrocarril, energía, agua, correos, bancos. En una democracia real son idénticos los intereses de los representantes y los de la ciudadanía soberana. Requisitos para ello son derechos constitucionales de co-legislar y de controlar por parte de la ciudadanía soberana.
18. Todos los puntos angulares deberán madurarse a través de discusiones intensas en un amplio proceso de bases, antes de que se conviertan en leyes elaboradas por una asamblea económica directamente elegida; su resultado se votará democráticamente por la ciudadanía soberana. Lo que sea aceptado, se introducirá en la constitución y sólo podrá volverse a cambiar con el respaldo de la ciudadanía soberana. Aparte de la asamblea económica del bien común puede haber otras convenciones para profundizar la democracia: asamblea para la educación, asamblea para los medios de comunicación o una asamblea para el desarrollo de la democracia.
19. Para afianzar en los niños los valores de la economía del bien común y poderlos practicar, el sistema de educación debería estar orientado igualmente hacia el bien común. Esto requiere otra forma de enseñanza y otros contenidos, como por ejemplo: emocionología, ética, comunicación, educación democrática, experiencia de la naturaleza y sensibilización corporal.
20. Debido a que en la economía del bien común, el éxito empresarial posee un significado muy diferente al que actualmente recibe, se demandan otras competencias de gestión. Las empresas ya no buscan a los gerentes más duros y ejecutivos de la “eficiencia cuántitativa”, sino a los más responsables y socialmente competentes, los más empáticos y sensibles que consideran la codeterminación como una oportunidad y un beneficio para todos.
La economía del bien común no es ni el mejor de los modelos económicos ni el final de una historia, sólo el paso siguiente hacia un futuro más sostenible, justo y democrático. Se trata de un proceso participativo, de desarrollo abierto que busca sinergia en procesos similares como: economía solidaria, economía social, movimiento de bienes comunes, economía del postcrecimiento o democracia económica. Juntando sus esfuerzos, una gran cantidad de personas y actores son capaces de crear algo fundalmente nuevo. La implementación de la visión requiere motivación intrínseca y autorresponsabilidad, incentivos económicos, un orden político-legal coherente, así como concienciación. Todas las personas, empresas y comunidades están invitadas a participar en la reconstrucción de la economía hacia el bien común.



domingo, 8 de febrero de 2015

DESIGUALDAD SOCIAL Y ENFERMEDAD MENTAL.

Tras leer unas cuantas veces el artículo Desigualdad económica y enfermedad mental de Fernando Pérez del Río, he llegado a varias conclusiones sobre la correlación entre salud mental y desigualdad económica. 

Lo primero que se me iba viniendo a la cabeza mientras estaba leyendo el artículo son los múltiples vídeos de Jose Mujica que te puedes encontrar por youtube. 

Otra cosa que se me venía a la cabeza, es la llamada Economía del Bien Común de Christian Felber, de la que me documenté ampliamente hace años atrás por el placer de poder enlazar las dos cosas que más me gustan economía y creación de una sociedad más justa, algo que parece que el mercado financiero mundial actual no está por la labor de reconocer, que somos personas, no un número, no un PIB, no unas exportaciones, no un beneficio ni un capital. SIMPLEMENTE PERSONAS. 

El problema es que varios estudios demuestran de forma fehaciente que  esa desigualdad de la sociedad es algo real, algo que se puede ver por las calles.
Que esos mismos estudios revelan una estrecha relación con el empeoramiento de la salud mental.

Que es normal que en países donde no hay desigualdad social, al no poder compararse, no aparezcan las enfermedades mentales que se producen en el primer mundo. 
Vete a decirle a un joven que está trabajando en las minas del Congo a ver si le preocupa lo que le hace el vecino. 

Porque entre otras cosas, parece que siempre hay que estar demostrando que se puede mejorar, que si mi vecino tiene un Jaguar, pues me compro yo el mejor Ferrari del mercado. 
Esa "competencia IMPERFECTA" en la que se encuentra la sociedad. 



viernes, 6 de febrero de 2015

Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina

La mutilación genital femenina (MGF) comprende todos los procedimientos consistentes en alterar o dañar los órganos genitales femeninos por razones que nada tienen que ver con decisiones médicas, y es reconocida internacionalmente como una violación de los derechos humanos de las mujeres y niñas.
Refleja una desigualdad entre los sexos muy arraigada, y constituye una forma extrema de discriminación contra mujeres y niñas. La práctica viola sus derechos a la salud, la seguridad y la integridad física, el derecho a no ser sometidas a torturas y tratos crueles, inhumanos o degradantes, y el derecho a la vida en los casos en que el procedimiento acaba produciendo la muerte.Con el fin de reconocer la importancia de que los trabajadores de la salud se sumen al esfuerzo de acabar con esta práctica, este año dedicamos el Día Internacional a la “Movilización y la implicación del personal de salud para acelerar la eliminación de la mutilación genital femenina”.



El 20 de diciembre de 2012, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Resolución, en la cual exhorta a los Estados, al sistema de la ONU, a la sociedad civil y a todas las partes implicadas a seguir observando el 6 de febrero como el Día Internacional de la Tolerancia Cero contra la Mutilación Genital Femenina, y a aprovechar la ocasión para mejorar las campañas de sensibilización y tomar medidas concretas contra la mutilación genital femenina.
En diciembre de 2014, la Asamblea General adoptó sin voto una resolución para “intensificar los esfuerzos para la eliminación de la mutilación genital femenina. En ella, se pide a los Estados que desarrollen, apoyen y cumplan estrategias que prevengan esta práctica, incluyendo la formación de personal médico, trabajadores sociales y líderes locales y religiosos para asegurar que dan unos servicios competentes de apoyo y cuidado a las mujeres y niñas en riesgo de sufrir esta mutilación o que ya la hayan sufrido. La resolución también destaca la necesidad de que este asunto se incluya en la agenda del desarrollo posterior a 2015.
Aunque la práctica de la ablación no puede justificarse en razones médicas, en muchos países se ejecuta por profesionales de la medicina cada vez de forma más asidua, lo que constituye una amenaza para el abandono de esta práctica. Un estudio reciente muestra que el 18% de las mutilaciones en las niñas y las mujeres han sido practicadas por profesionales de la salud y en algunos países este porcentaje alcanza el 74%.