En el siglo XIX, ser mujer y estar en prisión era una pena más grande que la propia condena. Una situación por la que muchas tenían que pasar solas, repudiadas y olvidadas por la sociedad. Pocos, muy pocos, prestaban atención a unas mujeres castigadas a la peor de las indiferencias. Solo unas pocas valientes se atrevieron a levantar la voz y atenderlas. Concepción Arenal era una de ellas. «Odia el delito y compadece al delincuente», decía mientras viajaba de cárcel en cárcel atendiendo a aquellas que intentaban simular la vida.
Un referente de la intervención social en España.
Os dejo el link de una película sobre su vida: Concepción Arenal: la visitadora de cárceles.
Una obra cinematográfica en la que el espectador puede viajar al contexto histórico de la época y una buena forma de aprender y de memorizar las cosas a largo plazo.
Película- Concepción Arenal: La visitadora de cárceles.